El ascenso de Piedritas a la A de LIFUBA fue conseguido el domingo 16 de diciembre de 2024, pero inició mucho antes.
Y no fue casualidad o se debió exclusivamente a la demoledora capacidad goleadora de Nacho Murer esa tarde. No, además de sus compañeros, del grupo, hubo mucha más gente involucrada.
Para la gran mayoría, incluso para nosotros, que cubrimos la campaña, varias personas desconocidas, que no aparecían en primer plano, pero fueron indispensables.
Salieron a la luz en la tarde post partido, de regreso en casa, cuando luego de la tradicional vuelta de festejo por el centro, se arribó al club y, juntos, empezaron a hablar, en fila.
Desde los asistentes del técnico Matuz, Roberto Carrasco y Raúl Coronado, pasando por el entrenador de arqueros Mario Truglio hasta César, técnico de inferiores.
También le tocó a la dirigencia, representada por el presidente Edgardo Colletti y las chicas de la Subcomisión de Fútbol.
Roberto Carrasco, en sus palabras habló del pasado y el futuro, agradeció y reconoció lo hecho por el anterior cuerpo técnico, Maxi Fernández y Guillermo Nader, que con lo hecho en la primera parte del año fueron parte de la posibilidad que Piedritas pudiera jugar el repechaje. Finalmente arengó y advirtió a los jugadores a no dormirse, porque ya a mediados de enero deben a volver a entrenar para el desafío de ser parte de la A.
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