Este domingo 15 se jugó la última fecha del clasificatorio de la copa Bariloche, era el clásico angosturense, donde se enfrentaban dos realidades muy distintas.
El Deportivo Angostura ya clasificado para la próxima ronda y habiendo ganado todos sus encuentros y Piedritas que debía triunfar y esperar otros resultados para ver si pasaba como mejor segundo.
Sin embargo para los verdiblancos el partido resultó como el día, gris, triste y espantoso. Es que a diferencia del anterior, donde si bien terminaron cayendo 1-3, fueron protagonistas y ganando casi todo el primer tiempo, esta vez no estuvieron ni cerca de inquietar a los de Castañon, es más, los primeros remates con destino de red recién se produjeron faltando 15 para los 90.
EL DEPORTIVO, UN EQUIPO CON VENTAJA
Y vaya que se notó, no sólo en la experiencia de 1 año en primera, sino en los automatismos, en una formación que sale de memoria, en rendimientos parejos, en baluartes en puestos centrales (Sanchez al arco, Barrientos en defensa, Almonacid en el medio, Zumelzu en ataque) y que saben a que juegan (salida limpia desde el fondo, desbordes por velocidad, buenos remates desde fuera).
Pareció el match al revés, los de Carrasco que eran los necesitados de ganar no podían crear 1 jugada de peligro, pero los blanquiazules pegaban una y otra vez.
Primero fue Barrientos, que tomó un rebote del arquero y abrió el marcador y pocos minutos después Zumelzu, desde la derecha, con remate alto, inatajable. Allí pareció que todo había terminado.
SEGUNDAS PARTES QUE ESTAN DE SOBRA
El segundo tiempo fue igual, o peor, ya que el Deportivo jugó mucho más cómodo e hizo circular el balón con una fluidez que sólo dejaba a los locales mirar los pases de forma impotente, siempre desde el fondo, del centro a los costados.
El dt local movió el banco, haciendo entrar a varios jóvenes, entre ellos Fernández, muy inquieto y de buena pegada, que en el primer disparo que hicieron terminó en gol, pero fue anulado por offside, antes Almonacid había marcado el tercero.
Con el final se confirmó lo que se sabía, que el Deportivo está más avanzado, desarrollado, por lo tanto las expectativas, desafios, exigencias y rendimientos son diferentes y mayores.
En cambio Piedritas tiene en mente la segunda parte del torneo A de Lifuba, para buscar su mejor puesta a punto y mantenerse en la categoría.
Esta copa sólo interesaba como examen probatorio y ha cumplido, en parte, ya que si bien no clasificó, fue útil para darle rodaje al plantel, aunque quedó en deuda el rendimiento, pues tuvo altibajos, además el «equipo» no apareció, no se pudo consolidar un once, y así es más difícil afianzar el juego.
Luego del receso invernal se verá donde están parados los de Carrasco, en un desafío que definirá lo que vendrá en 2026.
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